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martes, 11 de noviembre de 2014

Gestión de los semáforos en Santiago



Composcleta creemos que las ciudades son para las personas. La forma básica de movilidad personal es a pie, y es la forma que debe priorizarse a la hora de diseñar o planificar la movilidad en una ciudad. Por lógica y por igualdad social.

Es cierto que los vehículos es el modo de transporte preferido de la mayoría de las personas. ... Pero... No es igualitario: los niños, los ancianos, ciertos discapacitados, personas sin recursos... no tienen el control de esta forma de transporte. Y, en todo caso, dentro de los vehículos van personas, ... aunque ocupan bastante más y pueden poner en riesgo a personas que van a pie.

Las estadísticas reflejan que una buena parte de los atropellos a peatones en vías urbanas ocurren enpasos de peatones, y otra buena parte ocurren "por despiste o distracción de los peatones"".  La conclusión de esta interpretación de las estadísticas es clara: Resulta peligroso andar distraído por las vías urbanas.  ¿¡¡Será que para relajarse hay que ir a un spa!!?

Desde Composcleta reconocemos que la movilidad motorizada es también importante, pero... 
¡no a costa del espacio de las personas!
¡No priorizar el tiempo de desplazamientos en vehículo particular sobre la seguridad ciudadana!
¡No limitarse a sembrar de señales de limitación de velocidad y radares recaudatorios a la vez que se disponen de vías de doble carril invitando a adelantamientos inadecuados y a llegar a tiempo al semáforo antes de que se cierre!

En los vídeos que presentamos a continuación  se ve claramente cómo en Santiago esta mentalidad de priorizar los vehículos sobre las personas es la que predomina.


Cruzar en dos tiempos: es peatón porque tu tiempo no tiene valor:





En este semáforo el peatón debe esperar dos minutos, tiempo excesivo dada las características de la vía.




Esta es la consecuencia: prácticamente todos los peatones cruzan en rojo:




De esta situación el Concello hace oídos sordos a las reclamaciones previas existentes y las recomendaciones nacionales (DGT) e internacionales (UE y OCDE) sobre regulación de los semáforos.

Conclusión: en el Concello de Santiago saben más de inseguridad vial que en el resto del mundo.

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